El termostato es uno de los elementos más importantes de cualquier instalación de calefacción. Este aparato, que puede ser digital o analógico, es el que permite controlar la temperatura, apaga el sistema cuando la casa alcanza el confort deseado y, en los formatos más avanzados, hace posible programar horas de encendido y apagado, etc.

Situado en un lugar visible de las casas o los espacios de trabajo, sin este pequeño dispositivo sería imposible llegar a un punto de climatización agradable y controlado. Por eso, cuando se rompe, la instalación no puede funcionar y los usuarios requieren una solución inmediata por parte de una empresa de reparación de calderas en Bilbao o en la ciudad donde residan.

Con el termostato roto, es imposible poner la calefacción en marcha de manera eficiente. En épocas de otoño e invierno, y en ciudades frías como Bilbao, que el termostato sufra una avería puede resultar una auténtica pesadilla: hace que subir la temperatura de las estancias sea imposible y que el frío se apodere del inmueble, la tienda o la industria donde la instalación de climatización no puede trabajar.

¿Cuáles son los síntomas de un termostato de calefacción averiado? ¿Cómo descubrir de inmediato que hay algún problema con el dispositivo? Y, sobre todo, ¿cuál es la mejor solución para arreglar un termostato averiado? Estas son algunas de las principales preguntas que llegan a los servicios especializados en el mantenimiento de las calderas.

¿Cómo saber si el termostato de la calefacción está roto?

Son muchas y muy distintas las averías que pueden afectar directamente al termostato de la calefacción. Afortunadamente, todos los escenarios de error que pueden darse pueden ser identificados de manera relativamente fácil para avisar al servicio técnico o incluso arreglarlo de manera autónoma.

El fallo más evidente es aquel en el que el termostato no hace arrancar la caldera de la calefacción. Si se trata de un termostato analógico, al girar la ruleta no notarás el “clic” que te indica cuándo el termómetro está por encima de la temperatura de la sala y va a comenzar a activar los radiadores.

En el caso de termostatos digitales, el fallo se hará evidente porque la consola no llegará a encenderse y no verás los grados ni cualquier otra indicación en la pantalla.

Otro motivo de alerta es el que ocurre cuando ponemos el termostato a una temperatura suficiente para lograr el confort adecuado en casa o la oficina, pero los radiadores nunca llegan a calentar lo suficiente como para alcanzar este estado. En este caso, puede tratarse de una desconfiguración que hace que, aunque el sistema arranque y caliente, no sea nada eficiente.

El termostato de la calefacción se enciende y se apaga

Mención aparte merece una de las averías más habituales, y que suelen llevar de cabeza a los usuarios de los sistemas de calefacción. Hablamos de cuando el termostato se enciende y se apaga solo, sin que ninguna persona lo controle.

Este es un problema que puede resultar grave, ya que puede hacer que la calefacción trabaje a destiempo y se acumule un gasto energético elevado cuando llegue la factura del gas a final de mes.

Para descubrir el problema, por un lado, hay que entender que las calderas se apagan y se encienden constantemente para lograr acercarse todo lo posible a la temperatura solicitada por el usuario en cada momento.

Sin embargo, en muchas ocasiones el termostato se apaga antes de llegar a la temperatura indicada.

Esto muestra un claro problema de “comunicación” entre la caldera y el termostato, y la mejor manera de solucionarlo será contando con un equipo profesional y con experiencia que pueda encontrar dónde se da el fallo de comunicación y resolverlo para que el termostato vuelva a responder perfectamente.

¿Cómo arreglar el termostato de la calefacción?

Lo primero que hay que tener en cuenta a la hora de arreglar el termostato de una calefacción es que, en muchas ocasiones, el fallo puede ser solucionado en casa, sin necesidad de ayuda externa.

Para ello, en el caso de los modelos digitales, lo primero que hay que hacer es pulsar el botón de “reset” que suelen tener. Restablecer el sistema te permitirá descubrir si es un problema persistente o si simplemente se trataba de una desconfiguración momentánea.

Si esto no tiene el efecto deseado, habría que levantar la carcasa del dispositivo tirando fuerte de ella. Accederás a una serie de contactos marcados con una “V”. Límpialos y aprieta cada uno de ellos para asegurar que el contacto se haga de manera correcta.

Estos dos pasos suelen solucionar un alto porcentaje de los problemas. En caso contrario, lo mejor es recurrir a un servicio de reparación de calderas en Bilbao para que encuentren la fuente de problema y pongan el termostato a punto.